El anestesiólogo pediátrico es un médico que después de cursar la carrera de medicina y especializarse por 3 años en anestesia ha realizado con estudios posteriores en el área pediátrica y se encuentra altamente capacitado para brindar el mejor cuidado de su hijo durante la intervención, en un ambiente protegido y con altos niveles de seguridad.
El anestesiólogo, conociendo los antecedentes y cirugía a la cual será sometido su niño, puede sugerir la mejor forma de tratar el dolor, lo cual será analizado y conversado con los padres previo al inicio de la anestesia.
Actualmente, más de la mitad de las cirugía pediátricas son realizadas en forma ambulatoria, lo que significa que los niños son dados de alta a su hogar el mismo día de la cirugía.
En todo caso, siempre cuando van a ser sometidos a una operación deben llegar en ayunas, es decir sin ingesta de líquidos o comidas por un tiempo determinado previo a la hora programada de la cirugía.
En nuestra institución creemos que la compañía de los padres al momento de dirigirse a pabellón es necesaria y muy útil. Por ello se permite que uno de los padres acompañe al niño hasta que se queden dormidos.
A los niños se les puede hacer dormir de dos formas: haciéndoles respirar gases anestésicos o administrándoles medicamentos a través de un suero ubicado en alguna vena de la mano. Ambos métodos son realizados con las máximas medidas de seguridad.
Después de la operación los niños son llevados a una sala de recuperación donde los padres nuevamente pueden acompañarlos. En esta pieza se observa la recuperación de los efectos de la anestesia y nos aseguramos que el niño no tenga dolor o náuseas y vómitos, que son los problemas más habituales en el operatorio.




